La Cabrona en el trabajo

Muchas de nosotras procuramos ser cabronas en nuestras citas, con nuestros esposos o con aquellos que nos hacen ojitos... ¿Pero cuantas de nosotras hacemos valer nuestros derechos en la oficina?

¿No te parece que a veces nuestros colegas buscan sacar provecho de nuestra dulzura? ¿Qué hay de aquellas de nosotras que no saben como actuar ante una insinuación por parte de un superior?

A veces nos encontramos entre la espada y la pared, o nos hacemos tratar con respeto o arriesgamos nuestro empleo.

Quizás te ha ocurrido que tu vecino de escritorio a veces se propasa pidiéndote ayuda con algo que ni siquiera forma parte de tus deberes. Obviamente no puedes decir "eso no es mi trabajo", pero sí es muy necesario establecer límites saludables de una forma amable pero firme que te permitirán ser más productiva con aquello que sí forma parte de tus deberes.

Lo más difícil es por supuesto, cuando te enfrentas a un caso de acoso laboral. Debes de saber que no estás sola, hoy en día existen leyes que te protegen, por lo que deberás de estudiar la forma en la que funcionan las cosas en tu empresa y en tu lugar de residencia y reclamar tu dignidad de mujer. 

¿Le doy una segunda oportunidad?

Ayer una amiga mia me dijo que ella atraía siempre al mismo tipo de hombre: el patán que al inicio era el hombre más dulce del mundo, al siguiente no la quiere ver y la trata mal. Pasadas tres semanas de no tener noticias suyas, reaparece con un mar de promesas y palabras empalagosas. Dos meses después se casa con otra y seis meses más tarde, la busca de nuevo...

Adoro a esta chica: es bonita, dulce, inteligente, divertida, atractiva... realmente no hay razón para que la traten de esta manera, sin embargo es un verdadero imán para este tipo de chicos. ¿Qué es lo que hace mal?

Muy sencillo: da segundas oportunidades. Y terceras, cuartas, quintas, sextas, vigesimo terceras...

Todos cometemos errores y sí, podemos cambiar nuestras actitudes y estar dispuestos a intentar de nuevo. No hay razón para no perdonar un pequeño error humano, todos tenemos malos días (siempre y cuando, no sea todos los días). Pero hay ciertos límites, cosas que no debemos dejar pasar nunca. NUNCA.

No vuelvas a ver jamás a quien te golpea, engaña o te insulta (no se justifica, por más enojado que un hombre esté, no permitas que te lastime). Es duro decirlo, pero si te es infiel o te golpea una vez, es muy probable que lo haga de nuevo.

Cuando diga algo que te ofenda, deja claro que no te gusta esa actitud y da por terminada la cita. Puedes aceptar una disculpa sincera más tarde, dependiendo de lo que te haya dicho, pero explicando que esperas que no se repita de nuevo porque no lo aceptarás. Si vuelve a ocurrir en un periodo corto de tiempo, no des una tercera oportunidad, sin importar cuanto te guste.

Siempre al inicio de una relación hay que dejar muy claro que no estamos dispuestas a soportar malos tratos porque es cuando los roles comienzan a establecerse. Si las cosas empiezan mal, terminan mal. Nunca es demasiado temprano para darnos a respetar. Es mejor corregir un comportamiento una vez al principio que soportarlo muchas veces en el futuro. Aún si es posible corregirlo más tarde, será mucho más difícil si lo has permitido anteriormente.

En conclusión, si se trata de un comportamiento que te molesta o duele, pero aún es aceptable (definitivamente olvídalo si te engañó o golpeó), da una segunda oportunidad después de hablar firmemente. Ten muchísimo cuidado en dar terceras oportunidades, no son recomendables (si lo llegas a hacer, nunca las des de inmediato, tomate un buen tiempo y deja que se esfuerce bastante). Pero jamás des una cuarta oportunidad y mucho menos una quinta, aún si eres masoquista...

Enamorate SOLO del hombre "perfecto"

Cuando digo "perfecto", no me refiero a su físico y mucho menos a su billetera. Olvídate del principe azul y su caballo blanco. No te fijes en que trabaja (si lo haces, que sea solo para asegurarte que realiza una actividad que lo hace feliz).

 Piensa en el hombre que alegra tu día con solo pensar en él, el que te respeta y JAMÁS te trata mal (no le des excusas ni hagas excepciones), ese que complementa tu vida:  con quien haces el equipo perfecto, a aquel cuyas circunstancias personales les permitan estar juntos (es decir, que no esté casado con otra, por ejemplo).

Estos son los "requisitos" que debe cumplir para decidir si quieres intentar tener una relación más seria con él.

1. Que te escuche y se preocupe por entenderte poco a poco en un nivel profundo. Aquel que puedes escuchar durante horas y a quien también quieres entender profundamente.

2. El que intenta ayudarte y le interesa tu bienestar.

3. Quien te haga reír y con quien puedas hablar de cosas sin sentido durante horas. Ese con quien el tiempo pasa rápidamente, tu mejor amigo.

4. Un hombre imperfecto, con defectos que puedes ver y que sin embargo se equilibran con lo mucho que te respeta y que le importas.

5. Ese que te acepta, por muy imperfecta que seas. No porque te ame ciegamente, sino más bien porque puede ver quien eres integralmente.

6. El que no te hace llorar con sus acciones, actitudes o palabras (y si lloras es por malentendidos o exageraciones -todas tenemos unos días sensibles...). Acepta que tendrá sus malos momentos (como cualquiera) pero por muy molesto que este, JAMÁS te insultará, golpeará o amenazará (si lo hace una vez, no lo vuelvas a ver, sin importar cuantas rosas, lágrimas o regalos te ofrezca, no importa lo que te diga, ni lo intententes).

7. Con quien puedas trabajar en equipo y aprender juntos la mejor manera de solucionar problemas y a llegar a acuerdos. Y lo más importante, como escucharlo y expresar lo que te molesta. Nunca asumas que lo has entendido, asegurate de que ambos capten el punto del otro (aún si piensas que ambos hablan el mismo idioma).Todas las personas somos diferentes, así que las discusiones, negociaciones y reconciliaciones son distintas con cada persona.

Sabrás cuando lo encuentres porque un día, después de llevar cierto tiempo juntos, dejarás de preguntarte si él siente lo mismo por ti, no tendrás miedo a perderlo, no lo tendrás que perseguirlo nunca porque ya sabes que no irá a ninguna parte: él quiere estar solo contigo.

Pero cuidado, el amor es un sentimiento profundo que solo se desarrolla con el tiempo. No te creas totalmente eso del "amor a primera vista" (que en realidad hay que llamar "atracción a primera vista"). Olvídate de los romances al estilo Hollywood. Piensa "real", tienes que ir paso a paso, conocerlo, desarrollar una verdadera amistad, un equipo y solo entonces podrás saber si él es el adecuado, el perfecto para ti.

Tras casi dos años de romance con el amor de mi vida, te puedo decir que al inicio no tenía ni idea que él podía llegar a ser tan "perfecto", fue un proceso que llevó cierto tiempo de prueba y error hasta que ambos encontramos la forma de funcionar como un equipo perfectamente sincronizado. Al principio no me bajó ni el sol, ni la luna ni las estrellas; parecíamos más mejores amigos que pareja. Nos llevó 6 meses decir "te amo", 13 meses para hablar por primera vez de vivir juntos y 15 meses para estar seguros de que no querríamos separarnos jamás porque teníamos una certeza profunda de que somos el uno para el otro.

Así que se paciente y una vez que lleves cierto tiempo con el hombre "perfecto" irás viendo que las señales más importantes comienzan a aparecer:

8. Ese que quiere que seas feliz sobre todas las cosas -aún si él no está incluido en esa felicidad.

9. En las discusiones él intenta llegar a acuerdos que hagan a ambos felices y no solo a él (pero está dispuesto a dejarte "ganar" algunas veces -y claro, a ti no te molesta ceder SOLO de vez en cuando por él).

10. Su prioridad es que te desarrolles y sigas tus sueños, así que dedica mucho tiempo a escuchar tus ideas. JAMÁS te exigirá ni manipulará para que dejes de trabajar o renuncies a aquello que deseas.

11. Con el que puedes imaginar una vida entera porque ambos quieren ir en la misma dirección (quizás su plan no sea idéntico, pero con unos pocos ajustes, ambas visiones son muy compatibles).

Controla los celos

Los celos son una emoción muy humana. Todos, absolutamente todos los sentimos de vez en cuando, incluso las personas menos celosas. Si alguien te dice que jamás los ha experimentado siquiera mínimamente, te está mintiendo Los celos pueden incluso llegar a ser saludables en el momento y situación adecuados (por ejemplo, cuando son justificados, pueden ser una alarma de que algo anda mal en una relación). Lo que sí hace la diferencia es cuando estos son constantes, enfermizos y sin motivo. Esto puede ser muy doloroso y destructivo para ambas partes y debemos aprender a controlarlos.

La clave de dejar los celos a un lado es la seguridad en ti misma y en lo que tu pareja siente por ti. Si la base de la relación es sólida y en el día a día ambos son felices juntos, entonces no hay absolutamente nada de que preocuparse.

Si hay una comunicación adecuada en pareja y te esfuerzas en satisfacer las necesidades de tu chico (amor, respeto, comprensión, admiración...), lo último que hará él será buscar en otra parte.

En otras palabras, cuando sabes que él es una persona fiel, que te ama, te respeta, que la relación va viento en popa y que la comunicación no podría ser mejor, entonces puedes descansar tranquila por las noches, aún estando rodeado de las mujeres más hermosas del mundo, puedes confiar en él.

¿Cómo saber si le gusto?

Hace unos días, leyendo un artículo de mi mejor amigo (que es también mi escritor favorito), descubrí algo que cambió para siempre la forma en la que veo a los hombres, algo tan sencillo que debió de haber sido siempre obvio. Una verdad tan simple que de haberlo sabido antes me hubiera ahorrado tantas horas de duda e incluso lágrimas. Pon mucha atención, porque esto es oro puro.

Una vez que sepas esto, te juro que no volverás a quebrarte la cabeza pensando si de verdad ese hombre tiene interés en ti (¡Dios! ¡y es tan ridículamente obvio!).

Si le gustas a un hombre, sencillamente lo vas a notar, de la misma manera en que notamos si le agradamos  a una compañera de trabajo o si por alguna razón nos odia. Es lo mismo que las luces de los semáforos en la calle o que la publicidad en la televisión. Un hombre nos enviará las señales que crea convenientes para que notes su interés.

Eso sí, que si su estrategia es buena o mala, dependerá de sus propios conflictos internos y la seguridad en él mismo. Si tiene una buena autoestima y cree que no lo rechazarás, se acercará con su mejor sonrisa y tratara de conversar casualmente contigo. Si es verdaderamente valiente, irá al grano con una invitación a salir (o incluso una propuesta más elevada de tono, a todas nos ha pasado alguna vez)... Pero puede que no seas tan afortunada y que en su timidez se limite a mirarte varias veces al día desde el otro lado de la habitación... ¡O peor aún! ¡Que se ponga en su papel de patán -o al menos contigo y más que con cualquier otra mujer a la redonda! (¡en ese caso, sal corriendo antes de que sea demasiado tarde! o no digas que no te lo advertí).

Seamos sinceras chicas, siempre lo sabemos en el fondo pero nos cuesta trabajo entender: si no vemos ninguna señal es porque sencillamente no le gustas...

Como hacer que te escuche de verdad

Seguro tienes algo que te molesta o te duele y que quieres hablar con tu pareja. Tal vez has intentado miles de veces explicarle, incluso esto ha provocado grandes discusiones. Puede ser que lo hayas guardado desde hace tiempo o que haya salido a flote una o más veces sin que parezca resolverse del todo... pero él no cambia su comportamiento o puede ser que ni siquiera entienda exactamente que pasa.

Piensas que lo has probado todo, se lo has tratado de decir en diferentes formas, pero al final acabas hablando por horas y muchas veces lloras. Él se desespera y al cabo de unos pocos minutos su mente empieza a divagar.

Es hora de cambiar de estrategia.

Aunque parezca raro, hombres y mujeres tenemos una forma muy distinta de expresarnos y de utilizar el idioma; hablamos lenguajes distintos. Habla su idioma y evita andar en círculos. No des por hecho que te ha comprendido. Busca la manera más sencilla y clara de decir las cosas. Escribe todo lo que necesitas que sepa, estructuralo y reducelo.

Evita las lágrimas, relájate cuanto puedas y mantén un estado de ánimo neutro. Te tomará mucho más en serio.

No digas " tú siempre...", "tú nunca..." Solo lo pondrás a la defensiva y no lograrás que te escuche. Mejor menciona uno o dos ejemplos concretos.

No lo insultes ni le des ningún calificativo como "eres un desconsiderado/tonto", etc. No digas jamás cosas como "no me amas" o similares ni le preguntes si te ama. Mejor di "Me siento ________ cuando haces eso"

Busca un ambiente relajado. Podrías invitarle una cerveza o hablar en un restaurante con decoración cálida y suave.

De hecho, los hombres tienen un periodo de atención de a penas unos pocos minutos, así que procura ir al grano y por puntos en tan solo 2 o 3 minutos.

Otra cosa que te parecerá rara, los hombres te pondrán más atención si ambos realizan otra actividad mientras charlan, sin contar que te ayudará a mantenerte tranquila mientras expones tu punto de vista. Puede ser mientras cocinan, mientras caminan, etc.

Ten una solución o dos para sugerirle. Di "Me gustaría que intentáramos ___________" La mayoría de las veces funciona, sino, pídele que ambos busquen una forma de arreglar el problema y establece un periodo de tiempo definido, digamos 3 días o una semana.

Piensa antes de hablar. No digas nada de lo que después puedas arrepentirte, por muy enojada o triste que estés. Otra buena opción es escribirle una carta.

Toma en cuenta de que cuando le dices a un hombre que por alguna razón no te hace feliz, tiende a sentirse culpable. Muchas veces esa culpa lo lleva a portarse distante e incluso a querer alejarse. Evita perderlo hablando de una forma dulce más orientada a solucionar problemas que a desquitar tu enojo o tristeza.

Nunca le digas que otras personas piensan de la relación, lo hará sentir ridiculizado, que lo consideras incompetente como para no haber hablado primero con él, sino que tenías que haber ido primero con todo el mundo para tratar problemas íntimos y lo peor será que dejar de sentirse respetado se alejará física o emocionalmente por eso.

Haz que te respete

Hoy, mientras conversaba con mi abuela, me di cuenta de algo que en el fondo siempre había sabido pero que antes no había querido aceptar: si tu relación con un hombre no es buena desde el inicio, las probabilidades de que cambie después son cada vez menores.

Cuando comenzamos a salir con otra persona, ambos están a la expectativa de como comenzar a portarse con el otro. Son flexibles pues aún no se han forjado patrones de conducta. Y es entonces cuando tienes que dejar claro que te gusta y que no, más específicamente: cuanto vas a soportarle.

Mi consejo en general sería que si una relación no funciona y no te sientes respetada, mejor la dejes y la próxima vez que conozcas a alguien no le permitas faltas de respeto. Pero solo tú puedes decidir si la relación en verdad vale la pena y si aún hay algo que hacer para mejorarla... en ese caso, calma, tampoco es que todo esté perdido, solo que será mucho más difícil.

 

Te daré el ejemplo de mi abuela que logró "corregir" a su marido. Ella sufrió bastante con mi abuelo, un hombre generoso, inteligente y de buenos sentimientos que sin embargo la ahogaba con sus celos. Él fue bastante mujeriego e incluso autoritario. Y por si fuera poco, adoraba a mi tía, haciendo a mi pobre abuela limpiarle y cocinarle a esa otra mujer! Hasta que claro, un día mi abuela se cansó y lo puso en su lugar. "No voy a ser la sirvienta de esa mujer y quiero que me des mi lugar o esto se termina y te vas con ella"... Eso más un poco de indiferencia y frialdad y santo remedio! Mi abuelo cambió. 

A veces solo basta con que el chico se percate de que no estarás ahí siempre para soportarle todo, que tú también tienes opciones y te irás si no te sientes amada, respetada y tratada como lo mereces. 

En otras ocasiones, lo mejor es razonar y negociar, si tienes la suerte (o mejor dicho la inteligencia) como para estar con un hombre que busque tu bienestar y una relación equilibrada, entonces invitale una cerveza y relajadamente dile en unas 3-5 frases como te sientes respecto a alguna de sus actitudes o actos. Ofrece una solución y olvidate de reclamos, lágrimas o acusaciones. Simple y sencillamente, pero con mucho respeto. Verás que logras mucho más que llorando, gritando o esperando a que entienda por sí mismo (recuerda que ningún hombre, por mucho que te ame puede leer tu mente -es más, ni siquiera tú puedes leer la suya).